Aun empapado por las aguas del Talave, subo las primeras rampas del alto de Liétor, las mimas que subí 2 años atrás, las mismas que he soñado con subir de nuevo. Terminas de subir esa primera mitad que se deja querer y hasta acariciar por momentos al igual que lo hacia el agua caída del cielo en ese momento para llegar al km10, este será quién ponga a cada cual en su sitio.
Un pequeño, leve, hasta agradecido descanso para llegar a la localidad de Ayna, donde entre sinuosas curvas y bajadas sales de esta misma para entre unos paisajes donde se respira naturaleza y tranquilidad para en esta clama comenzar el segundo gran examen, el que te hará llegar a lo más alto.
Ya desde el principio, sentirás a donde vas a llegar, ya desde el principio las primeras cuestas te dejan sin aire y aunque creas haber terminado la ascensión, no es más que un simple espejismo, ya que su parte más verdadera no llega hasta el final, donde con unas rampas que como te decía intuirás que te llevarán a lo más, nunca podrías imaginar lo que aun queda.
Terminas de subir, para lanzarte por una larga y preciosa carretera cubierta de campos de cereales y monte bajo mediterráneo que te llevará camino del pueblo de Liétor, ahora lo descubrirás por su otra cara, la más dulce o amarga...
Ahora parece que llega el momento, el momento de saber quién eres y donde estás. Duras rampas acompañadas de curvas cerradas te dan paso hasta llegar a Liétor, donde respiré con tranquilidad, donde tomé aire sabedor de lo que aun quedaba, no hacerlo es un error...
Y es que de nuevo un suspiro, un suspiro convertido en espejismo de nuevo porque para salir de aquí aun se le concede el capricho a las carreteras de seguir en sentido ascendente y es que no haber tomado aire y respirado con total tranquilidad en Liétor, puede pasar factura para salir con fuerzas del mismo y lanzarte hacía Hellín, no sin antes pasar por el pantano del Talave.
Donde un capricho del destino desplazo una de las boyas señalizadoras y en vez de ser 2000m los que se nadasen, donde fluyendo en esas verdes aguas y viendo salir el sol por el horizonte nadé 3453m en un total de 57´.
Hasta las calles del mismo Hellín llegué a lomos de mi jaca, tras 3h de placer intenso.
Ahora queda la parte bonita de la historia, ahora vienen los sentimientos y es que en la carrera a pie es donde descubrí el porque llevaba dos año esperando este II triatlon Sierra del Seguro.
Ahora es cuando descubres que la gente de Hellín te estaba esperando, sus ánimos al pasar te harán sentir esa extraña sensación de emoción confundida con el fuerte dolor que habrá en tus piernas, con las mismas que corrí en 1h32´ los 21km por sus calles, entré ese campo de fútbol para cruzar esa línea de meta y recibir el abrazo del que ya amigo Amando, tras 05:35´ terminé mi II triatlon Sierra del Segura en 33º posición de la general y 2º del g.g.e.e 25-29.
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