Sonrío, al cruzar meta, sonrío. No por estar contento con mi resultado, eso hoy es lo de menos, ya dije que este año con estar en la línea de salida sería más que feliz, así que, el resto no importaba.
Sonrío, porque ya la tarde de antes me empapé de ambiente triatletico.
Sonrío, porque a la mañana siguiente pude estar en esa línea de salida esperando un bocinazo mientras mi sol de levante, levanta de su letargo.
Sonrío, porque allí estuvieron muchos animándome, entre ellos destacar como siempre a papá y mamá y Raquel (lo siento, pero no estaba para sonrisas).
Sonrío, porque como arriba dije cruce meta.
Pero sobre todo, sonrío porque ellos se lo merecen, porque ellos me sonarían y por más rabia que fuese acumulando dentro de mí, ellos más me sonreían, porque por más que me doliese la cadera, ellos me sonrían, por eso sonrío...
Porque los avituallamientos de Elche tienen algo especial, tienen sonrisas especiales.
GRACIAS.
Decir o destacar que terminé, nadé en 33´ mejorando mucho, para mí, algo por lo que sonreír.
En bici, tal vez volví a equivocarme en la elección de las tapas o tal vez no estoy tan fuerte como creo para mover tanto cacharro... en total 2h36´ de penuria y sufrimiento.
Y poco más que decir de la media, 1h32´ cuando pase el 10k en 39´ y hasta el km12 fui al mismo ritmo, pero aun quedaban 9km que me pusieron en mi sitio.
4h45´ 98º g.a 3º g.e 25-29
Pero sobre todo, sonrío y sigo.